Afrikaans: Geseende Kerfees en ‘n gelukkige nuwe jaar
Arabic: I’D Miilad Said ous Sana Saida
Brazilian: Boas Festas e Feliz Ano Novo
Catalan: Bon Nadal i feliç any nou!
Cantonese: Seng Dan Fai Lok, Sang Nian Fai Lok
Croatian: Sretan Bozic
Czech: Prejeme Vam Vesele Vanoce a stastny Novy Rok
Danish: Glaedelig Jul
Dutch: Vrolijk Kerstfeest en een Gelukkig Nieuwjaar!
Egyptian: Colo sana wintom tiebeen
English: Merry Christmas & Happy New Year
Eskimo: Jutdlime pivdluarit ukiortame pivdluaritlo!
Esperanto: Gajan Kristnaskon
Estonian: Rõõmsaid Jõulupühi
Euskera: Zorionak eta Urte Berri On
French: Joyeux Noël et Bonne Année!
Galician: Bon Nadal e Ano Novo
German: Froehliche Weihnachten und ein gluckliches Neues Jahr!
Greek: Kala Christougenna Kieftihismenos O Kenourios Chronos
Icelandic: Gledileg Jol og Farsaelt Komandi ar!
Italian: Buon Natale e Felice Anno Nuovo
Japanese: Shinnen omedeto. Kurisumasu Omedeto
Korean: Sung Tan Chuk Ha
Latin: Natale hilare et Annum Nuovo!
Lithuanian: Linksmu Kaledu
Mandarin: Kung His Hsin Nien bing Chu Shen Tan
Norwegian: God Jul og Godt Nyttår
Occitan: Polit nadal e bona annada
Polish: Wesolych Swiat Bozego Narodzenia
Portuguese: Boas Festas e um feliz Ano Novo
Rumanian: Hristos s-a Nascut si Anul Nou Fericit
Russian: Pozdrevlyayu s prazdnikom Rozhdestva is Novim Godom
Serbian: Hristos se rodi
Serb-Croatian: Sretam Bozic. Vesela Nova Godina
Somali: ciid wanaagsan iyo sanad cusub oo fiican.
Spanish: Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo
Swahili: ºKrismas Njema Na Heri Za Mwaka Mpyaº
Swedish: God Jul och Gott Nytt År
Sudanese: Wilujeng Natal Sareng Warsa Enggal
Turkish: Noeliniz Ve Yeni Yiliniz Kutlu Olsun
Ukrainian: Veseloho Vam Rizdva i Shchastlyvoho Novoho Roku!
Vietnamese: Chuc Mung Giang Sinh – Chuc Mung Tan Nien
Zulu: Sinifesela Ukhisimusi Omuhle Nonyaka Omusha Onempumelelo
Europa
¿Sabíais que fue en el norte de Europa donde se empezó la tradición del árbol de Navidad? Este elemento tan común en la celebración de la Navidad en todo el mundo tiene su origen en las creencias precristianas del norte de Europa, y simbolizaba el universo. Con la evangelización de los pueblos del norte, se adaptó el árbol al simbolismo cristiano y se empezó a extender a partir del siglo XVII, desde Alemania, pasando por Finlandia e Inglaterra, hasta llegar a tener el alcance actual.
Por toda Europa podemos ver árboles de Navidad decorados con luces y ornamentos; y también encontramos los mercados de Navidad, llenos de puestecillos de comida, de decoración y de artesanos.
ORIGEN HISTÓRICO
Desde tiempos muy antiguos, los pueblos primitivos introducían en sus chozas las plantas de hojas perennes y flores, viendo en ellas un significado mágico o religioso.
Los griegos y los romanos decoraban sus casas con hiedra. Los celtas y los escandinavos preferían el muérdago y muchas otras plantas de hoja perenne (como el acebo, el rusco, el laurel y las ramas de pino o de abeto) pues pensaban que tenían poderes mágicos o medicinales para las enfermedades.
En la cultura de los celtas, el árbol era considerado un elemento sagrado. Se sabe de árboles adornados y venerados por los druidas de centro-Europa, cuyas creencias giraban en torno a la sacralización de diversos elementos y fuerzas de la naturaleza.
Se celebraba el cumpleaños de Frey (dios del Sol y la fertilidad) adornando un árbol perenne, cerca de la fecha de la Navidad cristiana. El árbol tenía el nombre de Divino Idrasil (Árbol del Universo): en cuya copa se hallaba el cielo, Asgard (la morada de los dioses) y el Valhalla (el palacio de Odín), mientras que en las raíces profundas se encontraba el Helheim (reino de los muertos).
Cuando se evangelizó el centro y norte de Europa, los primeros cristianos de esos pueblos tomaron la idea del árbol para celebrar el nacimiento de Cristo, cambiando su significado pagano.
América
En Estados Unidos y Canadá, Santa Claus pasa por las casas a dejar regalos en los calcetines colgados en las casas, y los jardines y las calles rebosan con luces. Además, el día del encendido de las luces, en algunas ciudades, se puede disfrutar de una fiesta con un desfile y fuegos artificiales.
En México las celebraciones se alargan desde el 16 de diciembre hasta el 6 de enero. En los nueve primeros días tienen lugar las posadas, representaciones del peregrinaje de José y María, acompañadas de villancicos, que terminan con una piñata que se rompe en la última posada.
África
En África, donde hay aproximadamente 350 millones de cristianos, la Navidad no es un evento tan comercializado como en América o Europa, pero en muchos países sí es un día festivo, cuyo momento más importante es el de reunirse con la familia e ir a la iglesia, donde se representan escenas de la Nacimiento, se cantan villancicos y se baila. De hecho, en general, lo que más se vende por estas fechas en África son trajes y vestidos para ir, precisamente, a la iglesia el día de Navidad. En las zonas más rurales y con menos recursos, los regalos, si es que los hay, suelen ser libros, ropa, jabón y otros objetos prácticos.
En Etiopía y Egipto, los cristianos coptos, que aún siguen el calendario juliano, celebran la Navidad el 7 de enero.
En África occidental, la Navidad se celebra con bailes de máscaras, una tradición precristiana propia de los países de la zona (Sierra Leona, Nigeria, Liberia, Senegal…), pero que, con la llegada de los colonos y el paso del tiempo, se ha adaptado a estas fechas.
Asia
El cristianismo es la religión mayoritaria en solo dos países del continente asiático: Filipinas y Timor Oriental. Sin embargo, ya sea por la influencia de los antiguos colonos o de la cultura occidental actual, la Navidad se celebra en la mayoría de los países asiáticos, aunque no se trate de una fiesta oficial.
La celebración del Nacimiento por excelencia tiene lugar en Belén, donde miles de turistas y pelegrinos cristianos se reúnen estos días para seguir la procesión, que recorre el mismo camino que supuestamente hicieron José y María al llegar a la ciudad, y asistir a los numerosos conciertos que se organizan.
En países como Corea del Sur y China, la Navidad sirve de excusa para reunirse con amigos, salir a cenar fuera y disfrutar de la decoración navideña importada, mayoritariamente, por los grandes comercios. Algunas familias tienen su árbol de Navidad, pero con ornamentos propios de su cultura, y “el Viejo de la Navidad” pasa a dejar algún detalle. Sin embargo, para ellos, los regalos y la gran fiesta tiene lugar con la llegada del año nuevo según el calendario lunar.
En Filipinas, la celebración empieza el día 16, con la primera de las nueve misas matinales, y aunque no todos los días son festivos, se alarga hasta el segundo domingo de enero, día en el que conmemoran el baptismo del niño Jesús.
En India, la decoración es un elemento importante de la celebración; así, se pueden ver árboles de cualquier tipo con luces, las iglesias se decoran con flores y velas, y en el exterior de las casas se cuelgan lámparas de papel en forma de estrella. Además, las familias se aprovisionan de dulces y pasteles para compartir con vecinos y amigos.
Oceanía
Dado que la mayor parte de Oceanía (Australia, Nueva Zelanda, Nueva Guinea…) fue una colonia británica, no sorprende que allí la mayoría de tradiciones navideñas sean las propias de los ingleses. Sin embargo, las diferencias climáticas —allí, en diciembre es verano— hacen que la situación sea un tanto curiosa. Mientras que se mantiene la creencia de que Santa Claus llega en un trineo tirado por renos, cada vez es más común celebrar la comida del día de Navidad al aire libre, para hacer una buena barbacoa aprovechando el buen tiempo, sobre todo en zonas costeras. Asimismo, mientras que en el resto del mundo suele ser un día de mirar la televisión o hacer compras, en Oceanía tienen lugar grandes eventos deportivos.
Fuente Anna Suades Vall fotos: internet.
África
En África, donde hay aproximadamente 350 millones de cristianos, la Navidad no es un evento tan comercializado como en América o Europa, pero en muchos países sí es un día festivo, cuyo momento más importante es el de reunirse con la familia e ir a la iglesia, donde se representan escenas de la Nacimiento, se cantan villancicos y se baila. De hecho, en general, lo que más se vende por estas fechas en África son trajes y vestidos para ir, precisamente, a la iglesia el día de Navidad. En las zonas más rurales y con menos recursos, los regalos, si es que los hay, suelen ser libros, ropa, jabón y otros objetos prácticos.
En Etiopía y Egipto, los cristianos coptos, que aún siguen el calendario juliano, celebran la Navidad el 7 de enero.
En África occidental, la Navidad se celebra con bailes de máscaras, una tradición precristiana propia de los países de la zona (Sierra Leona, Nigeria, Liberia, Senegal…), pero que, con la llegada de los colonos y el paso del tiempo, se ha adaptado a estas fechas.
Asia
El cristianismo es la religión mayoritaria en solo dos países del continente asiático: Filipinas y Timor Oriental. Sin embargo, ya sea por la influencia de los antiguos colonos o de la cultura occidental actual, la Navidad se celebra en la mayoría de los países asiáticos, aunque no se trate de una fiesta oficial.
La celebración del Nacimiento por excelencia tiene lugar en Belén, donde miles de turistas y pelegrinos cristianos se reúnen estos días para seguir la procesión, que recorre el mismo camino que supuestamente hicieron José y María al llegar a la ciudad, y asistir a los numerosos conciertos que se organizan.
En países como Corea del Sur y China, la Navidad sirve de excusa para reunirse con amigos, salir a cenar fuera y disfrutar de la decoración navideña importada, mayoritariamente, por los grandes comercios. Algunas familias tienen su árbol de Navidad, pero con ornamentos propios de su cultura, y “el Viejo de la Navidad” pasa a dejar algún detalle. Sin embargo, para ellos, los regalos y la gran fiesta tiene lugar con la llegada del año nuevo según el calendario lunar.
En Filipinas, la celebración empieza el día 16, con la primera de las nueve misas matinales, y aunque no todos los días son festivos, se alarga hasta el segundo domingo de enero, día en el que conmemoran el baptismo del niño Jesús.
En India, la decoración es un elemento importante de la celebración; así, se pueden ver árboles de cualquier tipo con luces, las iglesias se decoran con flores y velas, y en el exterior de las casas se cuelgan lámparas de papel en forma de estrella. Además, las familias se aprovisionan de dulces y pasteles para compartir con vecinos y amigos.
Oceanía
Dado que la mayor parte de Oceanía (Australia, Nueva Zelanda, Nueva Guinea…) fue una colonia británica, no sorprende que allí la mayoría de tradiciones navideñas sean las propias de los ingleses. Sin embargo, las diferencias climáticas —allí, en diciembre es verano— hacen que la situación sea un tanto curiosa. Mientras que se mantiene la creencia de que Santa Claus llega en un trineo tirado por renos, cada vez es más común celebrar la comida del día de Navidad al aire libre, para hacer una buena barbacoa aprovechando el buen tiempo, sobre todo en zonas costeras. Asimismo, mientras que en el resto del mundo suele ser un día de mirar la televisión o hacer compras, en Oceanía tienen lugar grandes eventos deportivos.
Fuente Anna Suades Vall fotos: internet.
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